Vista aérea de la ruta
Perfil de la jornadaComienza la jornada después de un merecido descanso en Bolzano. Por delante casi noventa kilómetros de terreno con una pendiente media de apenas el 1% hasta la mitad del recorrido.
Mientras nuestras partes más nobles se adaptan de nuevo al sillín vamos callejeando por Bolzano hasta llegar a la nacional que sale dirección norte hacia Merano. Tras varios kilómetros accedemos a un carril bici que ya no abandonaremos hasta la finalización del día.
Mientras nuestras partes más nobles se adaptan de nuevo al sillín vamos callejeando por Bolzano hasta llegar a la nacional que sale dirección norte hacia Merano. Tras varios kilómetros accedemos a un carril bici que ya no abandonaremos hasta la finalización del día.
Cercanías de Merano desde el carril biciDesde el carril bici (bastante concurrido por cierto) adivinamos a lo lejos la ciudad de Merano donde tenemos previsto comer algo. La escasa pendiente nos permite llevar una velocidad de crucero que ya ni recordábamos que se podía alcanzar y tras kilómetros y kilómetros de interminables plantaciones de manzanos, nos encontramos en Merano antes de lo previsto.
Como no sabemos que nos vamos a encontrar en adelante, decidimos entrar y comer algo caliente aunque sea temprano.
Como no sabemos que nos vamos a encontrar en adelante, decidimos entrar y comer algo caliente aunque sea temprano.
Castillo en las afueras de MeranoUn kebap y media hora más tarde retomamos nuestro camino en dirección a Pratto allo Stelvio. Un pequeño error de orientación nos lleva a una carretera, que si bien va en dirección correcta, no autoriza la circulación a bicis.
Este error nos permite ver antes de dar la vuelta, la fábrica de una popular cerveza en la zona. Tiene una tentadora zona de degustación que nos hace pensar, pero después de un momento de lucidez (creo que se debió a la cota tan baja a la que nos encontrábamos) entendemos que si queremos llegar a tiempo y en condiciones, esa no es la alternativa correcta.
Este error nos permite ver antes de dar la vuelta, la fábrica de una popular cerveza en la zona. Tiene una tentadora zona de degustación que nos hace pensar, pero después de un momento de lucidez (creo que se debió a la cota tan baja a la que nos encontrábamos) entendemos que si queremos llegar a tiempo y en condiciones, esa no es la alternativa correcta.
Otra vista más de las afueras de Merano
Dos vistas de la original fábrica de cervezaRetomamos el carril bici y nos encontramos con un repecho que a estas alturas ya nos toca la moral y al ponerme de pié en la bici me comienza a fallar lo que yo pensaba eran los cambios.
Aprovechamos la avería para tomar aliento y ¡¡¡SORPRESA!!! no son los cambios. Tengo (o mejor dicho tenía) ocho dientes del plato mediano desgastados, porque ahora simplemente ya no están. ¡¡Buenas noticias!!, mañana tenemos el Stelvio y solo me queda el plato grande y el platillo.
Sabiendo que llevo cadena y eslabones de repuesto me la juego y para los tramos de pié utilizo extrañas combinaciones del plato grande con piñones altos. De este modo conservaré lo que me queda de plato mediano para las zonas de menos pendiente de mañana.
De nuevo en el camino y tras otra serie de interminables manzanos llegamos a las inmediaciones de Castelbello, donde antes de parar a tomar un café, la casualidad quiere que nos crucemos con una ciclista que resulta ser una chica que seis días atrás compartió furgoneta con nosotros en el aeropuerto de Milán-Bérgamo.
Aprovechamos la avería para tomar aliento y ¡¡¡SORPRESA!!! no son los cambios. Tengo (o mejor dicho tenía) ocho dientes del plato mediano desgastados, porque ahora simplemente ya no están. ¡¡Buenas noticias!!, mañana tenemos el Stelvio y solo me queda el plato grande y el platillo.
Sabiendo que llevo cadena y eslabones de repuesto me la juego y para los tramos de pié utilizo extrañas combinaciones del plato grande con piñones altos. De este modo conservaré lo que me queda de plato mediano para las zonas de menos pendiente de mañana.
De nuevo en el camino y tras otra serie de interminables manzanos llegamos a las inmediaciones de Castelbello, donde antes de parar a tomar un café, la casualidad quiere que nos crucemos con una ciclista que resulta ser una chica que seis días atrás compartió furgoneta con nosotros en el aeropuerto de Milán-Bérgamo.
Curioso puente expreso para el carril bici
Otra vista del puente
Ante todo seguridad
Bonito lugar entre Covelano y LasaSalimos de Castelbello y retomamos el carril bici hasta Covelano donde nuestro recorrido coincide con una ruta muy concurrida por ciclistas y senderistas. La pista discurre paralela al río y nos encontramos con áreas recreativas, puentes y señales expresas para la ruta. Antes de llegar a Lasa comemos nuestra última barrita junto a un estanque de agua helada.
Continuamos paralelos al río y tras unos diez kilómetros más o menos llegamos a Pratto allo Stelvio. Buscamos alojamiento y mientras cenamos un merecido chuletón nos mentalizamos para la jornada de mañana. ¡¡¡STELVIO!!!
Continuamos paralelos al río y tras unos diez kilómetros más o menos llegamos a Pratto allo Stelvio. Buscamos alojamiento y mientras cenamos un merecido chuletón nos mentalizamos para la jornada de mañana. ¡¡¡STELVIO!!!
